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21 ene 2024

El impacto de las emociones en la salud física

 La médico psiquiatra Deisy Figueredo asegura que no se puede separar la mente del cuerpo, debido a que si no hay bienestar emocional, la salud fisiológica se puede ver deteriorada

El impacto de las emociones en la salud física
El bienestar emocional influye en la salud física

El bienestar emocional tiene un impacto significativo en la salud física y mental en general, puesto que se relacionan entre sí, por lo tanto, pueden influir de forma negativa o positiva en el organismo.


La salud mental y física están estrechamente vinculadas, dado que una mente saludable hace que el cuerpo funcione mejor, y a su vez, un cuerpo sano genera bienestar emocional para evitar las enfermedades que pueden afectar al ser humano.


La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como “un estado de bienestar físico, mental y social, y no simplemente la ausencia de enfermedad o debilidad”.


La doctora Deisy Figueredo, médico psiquiatra de la Unidad de Diagnósticos y Evaluación Terapéutica Integral (UDETI) en Puerto Cabello, estado Carabobo, en el centro-norte de Venezuela, al ser consultada por DIARIO LAS AMÉRICAS señala que el ser humano es un individuo biopsicosocial, “lo que quiere decir que hay un componente biológico, psicológico y social que afecta a las personas. Por lo tanto, si la persona no tiene bienestar emocional debido a distintas situaciones que generan estados como la ansiedad y el estrés, el cuerpo se va a ver afectado de manera negativa”.


¿Cómo influyen las emociones en la salud física?


Distintas investigaciones han demostrado que tener una mala salud emocional puede debilitar el sistema inmunológico, lo que provoca que el cuerpo esté más propenso a desarrollar enfermedades fisiológicas en los momentos emocionalmente difíciles.


Por otra parte, las enfermedades mentales como la ansiedad, el estrés y la depresión pueden tener un impacto negativo en la salud física e incluso aumentar el desarrollo de afecciones graves como la diabetes, la hipertensión arterial y la obesidad.


Según la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés), la salud psicológica puede tener un impacto positivo o negativo en la salud de una persona y en los factores de riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.


Figueredo destacó que hoy en día se habla del sistema digestivo como un segundo cerebro, “en la actualidad, ya no es indiferente la relación entre la mente y el cuerpo. A nivel biológico, los neurotransmisores cerebrales son los mismos que tenemos en el sistema digestivo, lo que quiere decir que toda situación o alteración en el funcionamiento de estos neurotransmisores va a afectar el sistema digestivo”.


“Ya se ha comprobado que toda persona que tiene un componente ansioso o depresivo lo manifiesta a nivel gastrointestinal o con dolores de cabeza y del cuerpo, constantes”, añadió.


Asimismo, explicó que durante trastornos de la salud mental como la ansiedad y la depresión hay una alteración de neurotransmisores cerebrales, “debido a que el cerebro es un órgano que si no produce la cantidad de neurotransmisores para estar estable y funcionar bien, trae como consecuencia estas enfermedades psicológicas que terminan afectando la salud física”.


El estilo de vida


Los desórdenes emocionales y los hábitos no saludables en el estilo de vida influyen tanto en el bienestar emocional como en la salud del cuerpo. Los expertos aseguran que para mantener una salud óptima, es fundamental adoptar un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada, ejercitar el cuerpo, sueño óptimo y técnicas de manejo del estrés.


Además, destacan que es importante fomentar emociones positivas, reducir las emociones negativas, y buscar ayuda profesional cuando sea necesario.


Al respecto, la especialista manifestó que además de trabajar las emociones y la parte social es recomendable hacer ejercicios físicos como caminar, correr o trotar. “Ejercitar el cuerpo disminuye una hormona llamada cortisol, que ayuda al cuerpo a responder al estrés, que aumenta cuando estamos preocupados”.


“Es necesario también acompañar el ejercicio de una dieta adecuada. Cuando nosotros no le damos una alimentación adecuada al cerebro y al organismo, afecta a nivel psicológico y físico”, continuó.


En ese sentido, resaltó que para tener una buena salud emocional es primordial tener un estilo de vida sano y evitar factores de riesgo en enfermedades físicas y mentales como comer en exceso, abusar de las chatarras o el alcohol, que pueden causar problemas tanto de salud como familiares.


La psiquiatra agregó que para complementar la parte física, de igual modo se pueden realizar actividades como la meditación y el yoga, que ayudan a reflexionar, conectan la mente y el cuerpo y mejoran la salud emocional y física.


Tratamiento y la terapia


Figueredo indicó además, que para mejorar el bienestar emocional también es importante el tratamiento médico a cargo de un especialista como un psiquiatra, que con una medicación adecuada puede corregir la alteración de los neurotransmisores cerebrales causantes de enfermedades como la ansiedad o la depresión.


A su vez, mencionó como algo esencial agregar la psicoterapia para complementar el componente biológico, que puede venir por una situación vivida de la cual hayan desencadenado estas enfermedades psicológicas. “Ahora, cuando es una ansiedad o depresión mínima, se puede mejorar con psicoterapia leve tratando solo la causa o la situación social que puede incluir exceso laboral, conflictos de pareja o económicos, entre otros”.


Lo perjudicial del estrés


La experta en psiquiatría expuso también que el estrés, acompañado de la mala alimentación, el sedentarismo y los antecedentes familiares, son algunos de los factores de riesgo que llevan al desarrollo de enfermedades mentales que afectan el bienestar emocional y terminan teniendo consecuencias en el cuerpo.


El estrés social y psicológico es una respuesta emocional que puede desencadenar en consecuencias físicas y agravar una variedad de enfermedades y trastornos como los accidentes cerebrovasculares, liberación de cortisol y los niveles de azúcar en la sangre.


Igualmente, puede interferir con los patrones de sueño, lo que a su vez puede llevar al progreso de estos problemas de salud física y mental. La falta de sueño desde hace mucho tiempo ha sido vinculada con la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, la disminución de la función inmunológica y enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad.


Por último, Figueredo aseguró que no se puede separar la mente del cuerpo, “y si no tenemos un equilibrio entre lo biológico, lo psicológico y lo social, las consecuencias no solo serán una patología psicológica sino también médica. Ya que, cuando estamos sanos disfrutamos de mayores niveles de bienestar y emociones positivas, mientras que, cuando enfermamos, tendemos a preocuparnos y deprimirnos”.


Por: @Lydr05